Esa es la pregunta que se hacen muchos usuarios de Windows después de que la compañía anunciara que dejará de dar soporte a Windows 8 el 10 de enero de 2023, poco más de 10 años después de su lanzamiento. Se trata de una vida útil mucho más corta que la de versiones anteriores de Windows, como Windows 7, que recibirá actualizaciones de seguridad hasta el 14 de enero de 2020, o Windows XP, que fue compatible durante casi 13 años.
Windows 8 fue ampliamente criticado por su rediseño radical de la interfaz de usuario, que reemplazó el familiar menú Inicio con una interfaz en mosaico de pantalla completa llamada Pantalla Inicio. Muchos usuarios encontraron este cambio confuso y frustrante, especialmente en dispositivos sin pantalla táctil. Windows 8 también eliminó algunas características que eran populares entre los usuarios avanzados, como la capacidad de iniciar directamente desde el escritorio o ejecutar múltiples aplicaciones una al lado de la otra.
Microsoft intentó abordar algunas de estas quejas con Windows 8.1, que restauró el botón Inicio y permitió a los usuarios omitir la pantalla Inicio. Sin embargo, esta actualización no consiguió recuperar a muchos clientes que ya se habían pasado a otros sistemas operativos, como Mac OS X o Linux. Según NetMarketShare, Windows 8 y 8.1 combinados tienen menos del 10% de la cuota de mercado de las computadoras de escritorio en noviembre de 2023, en comparación con más del 40% de Windows 10 y más del 30% de Windows 7.
Entonces, ¿significa esto que Microsoft está admitiendo que Windows 8 fue un fracaso? No necesariamente. La compañía ha declarado que la decisión de poner fin al soporte para Windows 8 se basa en su “política de ciclo de vida de soporte”, cuyo objetivo es proporcionar a los clientes “la experiencia informática más segura y productiva posible”. Microsoft también afirma que Windows 10 es “el mejor Windows de todos los tiempos” y que ofrece muchos beneficios sobre Windows 8, como rendimiento, seguridad, compatibilidad y usabilidad mejorados.
Sin embargo, algunos analistas y comentaristas han sugerido que Microsoft está intentando distanciarse de Windows 8 y animar a los usuarios a actualizar a Windows 10 lo antes posible. Argumentan que Windows 8 fue un experimento arriesgado que fracasó y que Microsoft quiere borrarlo de su historia. También señalan que Windows 10 no está exento de problemas, como actualizaciones frecuentes, problemas de privacidad y problemas de compatibilidad.
En última instancia, si Windows 8 es o no el peor sistema operativo de todos los tiempos es una cuestión de opinión. A algunos usuarios les puede haber gustado su diseño y características modernas, mientras que otros pueden haberlo odiado. Lo que está claro es que Windows 8 pronto quedará obsoleto y que los usuarios que quieran mantener sus dispositivos seguros y actualizados tendrán que pasar a otro sistema operativo.
Según las fuentes, Microsoft planea deshacerse de la interfaz de la pantalla de inicio de Windows 8 para las computadoras tradicionales en la próxima versión de Windows, cuyo nombre en código es Threshold. Este es un cambio significativo. ¿Implica esto que Microsoft admite que Windows 8 fue el peor fracaso de su historia en cuanto a sistema operativo?
Mary Jo Foley informa que la próxima versión de Windows, que se espera sea lanzada en 2015, se ajustará al hardware en el que se ejecuta, y eso significa que para computadoras de escritorio y portátiles, el escritorio de Windows será la interfaz principal, junto con una Menu de inicio. Los usuarios pueden evitar la pantalla de Inicio por completo si lo desean. Los usuarios de tabletas y teléfonos, por otro lado, no tendrán acceso al escritorio.
Este cambio es esencialmente la confesión de Microsoft de que Windows 8 ha sido un desastre. Es el mayor cambio de rumbo que Microsoft haya dado jamás en materia de sistemas operativos, casi como si la empresa hubiera vuelto a DOS después de lanzar Windows.
alejarse de los sistemas operativos tradicionales de Windows y criticar su integración de la pantalla táctil y las interfaces de escritorio tradicionales. Si bien las opiniones sobre los sistemas operativos pueden variar ampliamente, vale la pena señalar que Windows 8 recibió críticas mixtas tras su lanzamiento en 2012.
Uno de los cambios clave en Windows 8 fue la introducción de la interfaz Metro (ahora conocida como Modern UI), que fue diseñada pensando en los dispositivos con pantalla táctil. Esta importante desviación del conocido menú Inicio y del diseño del escritorio fue una fuente de frustración para muchos usuarios, particularmente aquellos que usaban computadoras de escritorio o portátiles tradicionales sin pantallas táctiles. La naturaleza dual del sistema operativo, que intenta atender tanto a dispositivos tradicionales como a dispositivos con pantalla táctil, llevó a una interfaz de usuario que a algunos les pareció inconexa.
Windows 8 también enfrentó desafíos en el mercado de las tabletas, donde pretendía competir con sistemas operativos como iOS y Android. Sin embargo, la falta de un ecosistema de aplicaciones sólido en ese momento y la curva de aprendizaje asociada con la nueva interfaz contribuyeron a sus dificultades.
Microsoft abordó muchas de estas preocupaciones con el lanzamiento de Windows 8.1, que recuperó algunas características familiares e introdujo mejoras. Las versiones posteriores, como Windows 10, perfeccionaron aún más la interfaz de usuario e incorporaron comentarios de los usuarios.
Es importante tener en cuenta que las opiniones sobre los sistemas operativos pueden ser subjetivas y diferentes usuarios pueden tener diferentes experiencias y preferencias. Además, Microsoft ha seguido evolucionando sus sistemas operativos basándose en los comentarios de los usuarios y las tendencias tecnológicas cambiantes.